VIDA Y MUERTE

viernes, 22 de noviembre de 2013

LA LEYENDA OSCURA DEL CONDE DE MUÑAZÁN.

Hola amigos, tras un periodo de reflexión personal, estoy aquí de nuevo para trasladaros a una de las tierras más bonitas que mis ojos han tenido el placer de ver. Protegido por una espesa y alegre vegetación más verde de lo que puedan imaginar, y junto a la desembocadura del Río Bedón, se levanta portentoso el monasterio cisterciense de San Antolín de Bedón.

Esta abadía benedictina construida alrededor del siglo XIII, se caracteriza por la sencillez de su ornamentación, de la que solo cabe reseñar unos misteriosos canecillos, que hacen referencia a figuraciones bastante curiosas de la época.
Hoy en día, este conjunto monástico permanece en pie, y en torno a él, es el viento, el dueño y encargado de cubrir con un manto de silencio su paz interna, un silencio tan solamente perturbado por los pasos de algún peregrino, que se topa con él entre medias de su peregrinaje hacia Santiago de Compostela. 
Muchos de éstos peregrinos tienen el valor, o la osadía, de adentrarse en la iglesia de San Antolín empujando sus gigantescas y chirriantes puertas, para intentar así, buscar refugio y plantear un descanso a  sus fatigadas piernas,  estableciendo con ello un paréntesis, ante el demoledor camino que aún les queda por recorrer.
Pero el monasterio de San Antolín de Bedón, a pesar de respirar tranquilidad y sosiego, guarda para si una leyenda oscura, una historia que de conocerse por estos infatigables peregrinos, haría a más de uno buscar descanso  unos cuantos kilómetros más adelante.

Y es que historiadores y lugareños se pelean entre dos historias totalmente distintas, que cada una a su manera, narran el porqué de la creación de este misterioso monasterio del medievo, levantado en medio de la nada…

La primera historia, es tal vez la más contada y contrastada, debido a las fuertes creencias religiosas de la época, en la que raro era él día donde no se hablaba en los mentideros de temporada, de apariciones santorales y marianas, aquí y allá.  
La primera crónica registrada sobre este enigmático lugar, la encontramos en San juan de la Peña, y en San Antolín de Palencia entre otros lugares, y cuenta algo así, como que durante una apacible mañana de caza, un noble conocido como el Conde de Muñazán, acompañado de su escopeta y su fiel perro, trata de dar caza a un jabalí herido en los montes anexos al lugar del monasterio, y que es el esquivo jabalí en busca refugio, el que conduce al Conde hasta una cueva desconocida, siendo entonces, cuando este noble al adentrarse en ella, se encuentra con una luminosidad incomprensible, que se desvanece formando lo que al parecer es la figura de San Antolín, y es a raíz de tan gloriosa aparición, cuando el acaudalado Conde de Muñazán, ordena la construcción del monasterio, en honor a San Antolín de Bedón.
Pero como bien os he contado existe una leyenda bastante más oscura, que es la que defienden los lugareños de estas hermosas tierras, y de la cual dicen, estuvo durante muchos años tapada por el clero. Esta leyenda habla del mismo sujeto, pero con una gran diferencia, en esta historia es apodado como el sanguinario Conde de Muñazán.

Cuenta la leyenda más funesta de este lugar, que el Conde un buen día mientras disfrutaba de una cacería, se topó de frente con una cabaña en mitad del bosque, y que en ella habitaba una joven hermosa apodada como la huérfana de San Antolín, de la que el noble quedó prendado debido a tan irradiante belleza. El cortejo casi diario del enamorado noble no daba sus frutos, dado que la bella joven estaba casada y esperaba a su marido, que había partido a la guerra.

Es entonces cuando una oscura y tormentosa noche, el conde fuera de sí y como llevado por los demonios, se apresura a la cabaña escopeta en ristre. Al llegar a la humilde casita, el Conde puede ver a la joven difícilmente a través de una ventana en brazos de su amado, convirtiendo con ello esta escena tan cariñosa, agitar mucho más la tensa furia que el Conde lleva en sus adentros, y conduciéndolo sin apenas darle tiempo a pensar y fruto de los celos, a romper la ventana, y acabar mediante dos ensordecedores e inesperados disparos con la vida de los dos enamorados.
Tras días de reflexión por tan escalofriante asesinato, cuentan que el Conde de Muñazán recapacita sobre lo sucedido, y por más que busca no encuentra los motivos que le llevaron a ejecutar tan cruel acción, e intenta calmar su perturbada conciencia, destinando todo su patrimonio a la construcción de este monasterio, edificado justamente en el lugar donde se encontraba la pequeña cabaña de la bella joven.

Dicen también que el Conde de Muñazán agotó su vida yendo a rezar cada día a la iglesia de San Antolín por el alma de la joven, ya que ésta se presentaba cada noche para atormentarle sus sueños, haciéndole revivir una y otra vez, tan mal venida escena… y así termino la vida del Conde, respetable noble días atrás, moribunda alma castigada hasta el fin de su existencia. 
A día de hoy, este monasterio ya abandonado guarda el secreto entre sus fríos y solitarios muros, y son solo unos pocos peregrinos los que arrojan algo de luz sobre lo que aquí sucedido, narrando haber visto a una hermosa joven con los ojos enramados, vagar por lo que en sus días fueron los jardines de este viejo monasterio.
Bueno amigos, muchísimas gracias por permanecer fieles desde el otro lado, pronto contaremos con nuevas historias en este, vuestro blog.

Un saludo, e informaros que más pronto que tarde podréis visualizar en mi canal de YouTube, un video que he realizado en el interior del Monasterio de San Antolín de Bedón, así como también disfrutar de unas cuantas fotos más, que iré subiendo a mi página de Facebook “VIDA Y MUERTE”. Les copio los enlaces aquí abajo, y no se olviden, sin ustedes todo esto no sería posible. Salu2.